El síndrome de alimentación
nocturna (SAN) es un desorden alimenticio.
Síntomas y conductas
Las personas que sufren el
síndrome de alimentación nocturna presentan generalmente los siguientes
síntomas:
- Se saltan el desayuno y hacen su primera comida varias horas después de despertar.
- Consumen al menos la mitad de las calorías después de la cena (muchas fuentes indican que es hasta después de las 21:00 o 22:00, y el postre no suele incluirse).
- Los atracones nocturnos casi siempre consisten de carbohidratos; sin embargo, esta alimentación se extiende durante varias horas, lo cual no es consistente con un atracón típico como el de otros desórdenes alimenticios.
- Sufren depresión o ansiedad, a menudo en conexión con sus hábitos alimenticios.
- Los episodios de alimentación nocturna suelen provocar culpabilidad más que placer.
- Tienen desórdenes del sueño e insomnio.
- Más probabilidad de sonambulismo que la media.
Para ser considerado un desorden
alimenticio, este modelo debe darse durante dos meses o más.
Tratamiento
El síndrome de alimentación
nocturna tiende a producir un aumento de peso. Hasta el 28 % de quienes se
someten a cirugía de bypass gástrico sufren este síndrome.10 De hecho, aunque
los afectados no siempre tienen sobrepeso, una de cada cuatro personas con un
sobrepeso de 45 kg o más sufren el síndrome. El desorden se acompaña de lo que
los afectados describen como un deseo incontrolable de comer, una adicción, y
es a menudo tratado con medicamentos.
La administración de
antidepresivos en algunos casos ha resultado ser de ayuda para controlar este
síndrome, entre ellos la Sertralina.
El síndrome de alimentación nocturna,
según un nuevo estudio, podría deberse a una respuesta anormal al estrés.
La terapia para aumentar la
elevación natural de la melatonina nocturna, reducir la respuesta del cuerpo al
estrés suprarrenal y elevar leptina o mejorar los niveles de sensibilidad a la
leptina son opciones que pueden ayudar a estos pacientes a superar la
enfermedad. Otra de las claves puede implicar la disponibilidad de triptófano,
un aminoácido importante, en el cuerpo. Más del 70 % de la noche de comer para
combatir la ansiedad que participan atracones de hidratos de carbono. Estos
alimentos se cree que aumentan la cantidad de triptófano disponible para la
conversión de serotonina, el neurotransmisor calmante en el cerebro que
promueve una sensación general de bienestar y, a su vez, se convierte en
melatonina.
Medidas coadyuvantes
Cierre la puerta de la cocina con
llave para que en caso de querer pasar, se tenga que despertar y entrar en
estado de conciencia. Ponga un candado en el refrigerador para lograr lo mismo.
Deje un vaso de leche cultivada light o jugo de soja sin azúcar en su velador
para beberlo y saciar la sed, pero también las ganas de algo dulce (pese a que
no tiene azúcar) y acostumbrarse a ello porque reemplaza el asalto a la cocina
y no provoca caries dentales. Cuando cene, mastique bien, coma caliente, y no
rechace el arroz o papas o fideos.
La avena logra saciedad de
larguísimo plazo. Puede agregarla a la fruta o a la jalea o simplemente comerla
como plato único de noche con leche, y ayudará a su sangre a estar estable y a
no querer buscar carbohidratos.
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