domingo, 18 de noviembre de 2018

Trastornos alimenticios y medios de comunicación: en el problema está la solución.



¿Realmente influyen los medios de comunicación en la génesis de los trastornos alimenticios?


Sí. La respuesta no puede ser más directa y clara. La investigación científica tampoco. Los medios de comunicación no son la causa de los trastornos de alimentación, pero tienen un impacto muy significativo. No nos detendremos a hablar de los estereotipos físicos que nos han vendido durante décadas, están ahí y todos los conocen.

Vamos a detenernos a hablar sobre lo que ha encontrado la ciencia. Varios estudios han hallado que existe una correlación entre la exposición a imágenes de personas delgadas y la insatisfacción con el propio cuerpo y los trastornos alimenticios entre las mujeres. Son estas las más afectadas por la influencia de los medios, aunque los hombres no son inmunes. De hecho, la proyección del ideal masculino como un hombre musculado parece contribuir también a la insatisfacción con el cuerpo entre los hombres.
Un estudio muy conocido realizado en las islas Fiyi (Becker et al., 2011) tuvo la oportunidad de investigar durante años la influencia de la introducción masiva de la televisión en los trastornos de la alimentación. Estudiaron a un grupo de adolescentes que residía en un territorio en el que antes de 1995 no había llegado la televisión. Después de tres años, los investigadores constataron que muchos indicadores de trastornos alimenticios habían aumentado entre los adolescentes. Esto fue más notable aún si se tiene en cuenta que culturalmente en Fiyi están más aceptados los cuerpos robustos.

Desde el problema nace la solución


En la actualidad la exposición a imágenes ideales se ha multiplicado gracias a Internet y las redes sociales que tienen en la visualidad su mayor gancho. Son tristemente conocidas algunas webs que promueven la anorexia y la bulimia, las llamada Pro-Ana y Pro-Mia, que en España no están prohibidas, pero en otros países, como Francia, sí. Precisamente el país galo ha sido pionero en prohibir desfilar a modelos excesivamente delgadas, que tampoco pueden aparecer en las revistas.
Las profesionales de esta área necesitan un certificado médico que acredite que su índice de masa corporal es compatible con su profesión. Se ha encontrado que en algunos grupos minoritarios estadounidenses expuestos a la influencia de cadenas de televisión propias, como los latinos y los afroamericanos, existe una menor incidencia de trastornos de alimentación.
En los medios está parte del problema, pero evidentemente también la solución. Poco a poco se han ido levantando voces a favor de la diversidad corporal y las modelos de tallas grandes son más conocidas. Se empieza a vislumbrar cierto cambio de tendencia hacia la necesidad de un cuerpo sano, más allá del peso o figura que se tenga. Todavía falta mucho por avanzar, pero el futuro debe traer cambios positivos en este sentido. Y sí, seguramente gracias, en parte, a los medios.  


Estos son algunos ejemplos de anuncios que influyen en los trastornos a los adolescentes de hoy en día.

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